Los taxistas
Taxistas. Una de esas palabras que a un Jefe le hacen sonreír.... Sí, porque es una de las etapas más cortas del sábado pero casi siempre se encuentra en el top 3 de acontecimientos surgidos. Hemos metido auténticas bolas con el único fin de rallarle. Los taxistas son seres entrañables (como las madres); son seres muy variopintos (como las madres); y saben de todo (como las madres).
Por eso he decidido hacer una pequeña tipología sobre el homo taxistus. Existen varias clases he desarrollado una clasificación:
EL COLEGA: Suele ser un tipo más o menos joven. Que le tratas de colega sólo porque te deja fumar en el taxi. A este le sigues el juego pero le clavas alguna que otra. Cuando envejecen se convierten en quemaos.
EL QUEMAO: Este es de mis favoritos. Es cojonudo si te toca uno de estos, porque no para de despotricar y lo mismo le da hablar del gobierno que de un orfanato. Para rallarle, lo mejor es darle la razón en todo y meterle poca baza porque el sólo se las arregla.
EL CABREAO: quizás el nombre lleve a error porque no se parece al anterior absoluto. Este paga su miserable vida con unos jodidos borrachos y por eso se merece la rallada que le vamos a meter. Es capaz de querer echarte del taxi (véase el ejemplo en el que al gomez le faltaba un agua y el resto éramos raperos y no le dejábamos hacer rimas)
EL COHIBIDO: Es del tipo más abundante. Este ser no colaborará nada, lo máximo que le sacarás será: “bueno pues os dejo aquí 7.50”. A cambio, le podrás soltar trolas del tamaño de Mesopotamia. Ejemplos: discusiones ficticias sobre estupideces; raps en directo; albañiles que poseen BMW; en la que el óscar y claveria eran hermanos y el clavería ya se sabía lo que tenía...; de las mejores: en la que éramos corredores de coches tunin y con el dinero que sacábamos nos pagábamos la carrera...
El ACOJONADO: esta es la variante divertida del cohibido. A este le puedes hacer lo que quieras en el taxi y no pasará nada. Como a aquel al que le robamos la gorra... (pero al final se la devolvimos...si en el fondo.....); otro ejemplo sería al tío al que le dijimos que robábamos y le preguntamos que si su radio-CD era bueno....
EL BONACHÓN: Suele ser un tipo al borde la jubilación, risueño y feliz que disfruta de su trabajo. Es de lo pocos que se salva de una rallada. Ejemplo: el taxista portugués...)
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