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LOS GIRAOS

Cuartero, Supermaño

Cuartero, Supermaño

No se quién habrá escrito esto pero creo que merece estar en el blog y no en el foro:


La historia asombra y cautiva a partes iguales. Porque apenas existen antecedentes de tamaña demostración de gallardía, valentía y épica. Luis Carlos Cuartero demostró el pasado domingo que la voluntad de un hombre es más poderosa que su propio cuerpo y que hacen falta algo más que dos piedras para tumbar a un aragonés. Cuartero sufrió dos cólicos en apenas unas horas y muy pocos le concedían opciones de jugar un partido de primer nivel setenta y dos horas después del segundo ingreso en el hospital. Cuartero no sólo jugó sino que fue el mejor zaragocista sobre el césped y clave en la victoria sobre el Espanyol.

Hubo quien habló de un peligroso ejercicio de osadía y ni siquiera los médicos del club recomendaron su concurso en el partido, pero Cuartero ya había decidido. En verdad, lo hizo el mismo día que sufrió el primer cólico. Porque era su día, sabía que tenía opciones y no estaba dispuesto a rendirse sin presentar pelea. Y ganó. Y esa victoria, su victoria, acaparó elogios a lo largo de todo el panorama futbolístico nacional. Había un jugador del Zaragoza que jugó un partido después de haber sufrido dos cólicos de riñón. Ese futbolista había dado una asistencia de gol, había jugado en un puesto casi desconocido para él y había destacado y brillado tanto en defensa como en ataque. Inaudito. Asombroso. Un tozudo. Un aragonés. Un héroe.

Pero Cuartero apenas concede especial trascendencia a su gesta particular. En realidad, el aragonés no es inquilino habitual de la enfermería y, por eso, no se siente cómodo en ella. El aragonés ejerce de capitán, de gran capitán y asegura que su gran actuación del pasado domingo puede que no fuese la mejor de su carrera y, sobre todo, “ojalá no sea la mejor, que espero que esté todavía por venir”, asegura, aunque es consciente de que su partidazo no le asegura la continuidad en el once titular.

Pero Cuartero ya ha conseguido algo mucho más importante. Víctor y Juanfran ya saben que hay competencia seria en el lateral izquierdo y en el derecho. Pero, sobre todo, Cuartero ha logrado inundar de respeto y consideración su imagen como futbolista. El capitán y su ejemplo de compromiso le visten de héroe ante una afición ávida de emblemas y paradigmas. Y Cuartero, desde la pasada semana, ya es uno de ellos. No se puede entender de otro modo tal obstinación en saltar al campo poco después de haberse retorcido de dolor, haber perdido dos noches de sueño y quedar sometido a tratamiento. Cuartero es así y este deporte también. Porque, en realidad, el fútbol no hizo otra cosa sino recompensar a un valiente. A un héroe inmune a las piedras y a un capitán que nunca se rinde.  

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